El Consejo Asesor de Medio Ambiente analiza el proceso de aprobación de los planes de gestión de los espacios protegidos de Sierra Espuña, Barrancos de Gebas, Llano de las Cabras y los Saladares del Guadalentín
Los planes de gestión integral supondrán una inversión de más de 13,3 millones, a través de 140 acciones que se desarrollarán hasta 2030 en 23.570 hectáreas
El Consejo Asesor Regional de Medio Ambiente (CARMA) ha sido informado de los contenidos, procedimiento y alegaciones presentadas y ha expuesto sus sugerencias y aportaciones a los proyectos de decreto de Declaración de las Zonas Especial de Conservación (ZEC) de Sierra Espuña y los Saladares del Guadalentín.
El citado órgano consultivo se reunió hoy en la sede del Consejo Económico y Social de la Región de Murcia para debatir el proceso de aprobación de los planes de gestión de los espacios protegidos de Sierra Espuña, Barrancos de Gebas, Llano de las Cabras y los Saladares del Guadalentín.
"Estos planes de gestión constituyen el instrumento adecuado para conseguir la coherencia, compatibilidad y el establecimiento de sinergias entre la conservación de los espacios protegidos, la gestión racional de los recursos naturales, el desarrollo sostenible del territorio, los valores culturales y sus usos tradicionales, desde una perspectiva global y con un enfoque integrador", destacó María,
En conjunto, los proyectos de decreto supondrán una inversión de 13.305.100 euros en los próximos seis años, a través de 140 acciones en más de 23.570 hectáreas. En Sierra Espuña se prevén 102 actuaciones por 10.4999.100 euros, con una inversión de 510 euros por hectárea, mientras que en los Saladares del Guadalentín serán 38 acciones por 2.806.000 euros, con una media de 933 por hectárea afectada.
"Con la aprobación de estos planes avanzaremos en el uso público, asegurando la conservación del patrimonio natural, cultural y etnológico de estos espacios y promoviendo la divulgación de los valores que contienen", indicó María, quien añadió que "un buen ejemplo es el programa de restauración de los pozos de las nieves".
Por otro lado, explicó que "con la aprobación de los decretos de declaración de las Zonas de Especial de Conservación también damos respuesta a nuestros compromisos con la Comisión Europea y la obligación de tener aprobados estos planes a la mayor brevedad posible".
Riqueza paisajística, cultural y ecológica
El Plan de Gestión de Uso y Gestión de Sierra Espuña y los planes de gestión de los Barrancos de Gebas y Llano de las Cabras abarcan el Parque Regional, la ZEC y ZEPA de Sierra Espuña, el Paisaje Protegido de los Barrancos de Gebas y la ZEPA del Llano de las Cabras, con una superficie total de 20.567 hectáreas pertenecientes a los municipios de Alhama de Murcia, Mula, Totana, Aledo y Librilla.
Sierra Espuña constituye un macizo montañoso cubierto casi en su totalidad por un pinar de pino carrasco. Al este del parque, los Barrancos de Gebas albergan uno de los paisajes erosivos más representativos del sureste semiárido, los 'badlands' o paisajes lunares, que conforman un complejo mosaico de gran valor paisajístico, cultural y ecológico. El Llano de las Cabras es principalmente una zona esteparia, aunque todas las áreas presentan una gran riqueza faunística. En el ámbito de la flora, el Parque Regional alberga aproximadamente un millar de especies de plantas vasculares, la mitad de las presentes en la Región.
En cuanto a Saladares del Guadalentín, se ubica en el Valle del Guadalentín, entre las sierras de Espuña y Carrascoy, y tiene una superficie total de 3.007 hectáreas pertenecientes a Alhama de Murcia y Totana. Desde el punto de vista de la fauna destaca especialmente por las poblaciones de aves esteparias y de taludes, así como las poblaciones de aves acuáticas. El espacio protegido goza además de importantes valores paisajísticos y culturales.
Con la aprobación de estos instrumentos de planificación se concretan normas, objetivos, zonificación, líneas de actuación y medidas de conservación del patrimonio natural, cultural y etnológico, siempre con respeto a los usos y costumbres tradicionales de los municipios en los que se encuentran estos parajes, como la celebración de las romerías y otras concentraciones populares, así como los usos y costumbres tradicionales asociados, permitiendo las actividades recreativas así como el uso del fuego solamente en las áreas habilitadas para tal fin, siempre que no existan causas que lo desaconsejen.
Del mismo modo, se ejecutarán proyectos dirigidos a la provisión de agua para la fauna, la adecuación de tendidos eléctricos, la conservación y restauración del patrimonio cultural o la actualización del inventario del patrimonio geológico y geomofológico.
