Los profesionales de la Piscina Municipal organizaron una clase especial de relajación para embarazadas. Alrededor de una treintena de mujeres en estado de buena esperanza acuden semanalmente a clases de natación pensadas para su situación.
En ellas no sólo de procuran que su cuerpo se mantenga con elasticidad sino que además consiguen relajarse. Además, y de forma voluntaria y como complemento a la natación, la sala de usos múltiples de la Piscina Cubierta también acoge todos los miércoles a las 19.00 h. clases de gimnasia impartidas por una fisioterapeuta.
En esta línea de trabajo, los profesionales de la Piscina Municipal organizaron una clase especial para embarazadas y sus parejas. Se celebró el sábado 2 de diciembre a las 19.00 h. Durante casi hora y media de estiramientos y relajación las parejas no sólo disfrutaron, sino que lograron relajarse.
Tras diversos ejercicios, los monitores empezaron con una sesión de Watsu, agradable experiencia de relajación y estiramiento corporal, que puede producir profundos estados de transformación, tanto en los niveles físicos, como emocionales.
Además, hay que tener en cuenta que el agua no es solamente el medio en el cual se realizan esta relajaciones, es el elemento terapéutico protagonista, que guía al instructor en sus movimientos, sostiene el cuerpo, y rige en todo momento la comunicación entre los dos. A través de la observación de la relación casi mística que se establece naturalmente entre el cuerpo y el agua.
El agua infunde a este trabajo sus características: la fluidez, la armonía en los movimientos, el sostén que permite libertad en los movimientos dando al mismo tiempo seguridad, la expansión de la columna vertebral y de todas las articulaciones, la intensidad de la experiencia física y la profundidad de la vivencia emocional.
Para impartir esta clase tan especial, los monitores adornaron la piscina con velas lo que propició un ambiente aún más relajante.
