El pasado Jueves 28 de Junio y dentro de los actos que se celebraron con motivo del XXV aniversario del ministerio pastoral del Cardenal Arzobispo en Sevilla; tuvo lugar en el Palacio Arzobispal de la ciudad hispalense un emotivo acto en el que el Cardenal entregaba a su secretario particular, el alhameño y pregonero de nuestra Semana Santa, D. Pablo Noguera Aledo; la medalla de la Cruz de la Iglesia y Pontífice otorgada por su santidad el papa Benedicto XVI al Hermano Pablo.
Esta distinción es otorgada por el papa a aquellas personas que se han destacado por su bondad, humildad y fidelidad al servicio de la Iglesia.
En su intervención al recibir tal distinción, el Hermano Pablo recordó visiblemente emocionado, el momento en el que el general superior de su congregación (Franciscanos de la Cruz Blanca) le comunicó que debía de ir a servir al entonces Obispo Mon Sr. Carlos Amigo como su secretario particular. De esto hace ya 23 años. Los mismos que lleva al servicio del ahora Cardenal Arzobispo de Sevilla. Destacando su vinculación a la ciudad de Sevilla y a su Cardenal con frases como: “me siento muy vinculado a esta ciudad, aunque vivir en Sevilla sin el cardenal no tendría sentido para mí”.
Fue un acto emotivo, sencillo y familiar al que asistió el clero y componentes de la diócesis de Sevilla.
Para mí fue un privilegio y honor poder asistir invitado por el Cardenal y poder felicitar personalmente a nuestro amigo y pregonero D. Pablo Noguera Aledo.