Una carrasca de 6 metros de altura sustituirá a la carrasca que enfermó a mediados del año pasado. Desde hace varios meses un grupo de expertos han estado luchando para evitar que la carrasca del barrio que lleva este nombre, muriese. Sin embargo, el esfuerzo e interés del Ayuntamiento por salvar el ejemplar, no ha podido evitar semejante desenlace debido, fundamentalmente, y según los informes técnicos, a un cúmulo de circunstancias y, sobre todo a la aparición de un hongo.
Por ello, el ejemplar será cortado la próxima semana, momento en el que se iniciará el trabajo necesario para sanear la tierra y prepararla para la plantación de una nueva carrasca. Se trata de un ejemplar de seis metros de altura, hijo de la antigua carrasca, donado al Ayuntamiento por un particular que la viene cuidando desde hace 16 años.
Por otra parte, hay que tener en cuenta, que el trasplante de la carrasca hasta su arraigo en el nuevo lugar, conlleva un riesgo inevitable, ya que la especie no se encuentra en su hábitat natural. Hasta pasado un tiempo prudencial no se sabrá si el esfuerzo logra el éxito buscado.