En concreto, los científicos, al analizar los resultados de la técnica del aterrazado con subsolado empleada en La Atalaya-Castellar y La Hoya, en Lorca, "no ha demostrado ser eficaz, sino todo lo contrario, ya que los procesos erosivos se han visto notablemente incrementados".
Añaden que "si se considera aceptable para los suelos estudiados una pérdida de suelo de dos toneladas por hectárea y año, las tasas obtenidas después de 30 años de la forestación sobrepasan con mucho este valor, siendo unas pérdidas de suelo elevadísimas".
La técnica del aterrazado con subsolado, explican en el trabajo, consiste en la preparación mecanizada y lineal del suelo para la forestación formando terrazas según curvas de nivel de anchura superior a 2,80 metros capaces de permitir el ulterior paso de un tractor.
Las conclusiones de este trabajo de investigación, publicado por la editora de la Universidad de Murcia (EDITUM), afirman también que "la forestación realizada mediante aterrazamiento ha sido muy perjudicial en las áreas de La Atalaya-Castellar, con terrenos margosos, y La Hoya, con conglomerados".
Y ello es debido, según los científicos, "a un empeoramiento de las características de los suelos, una reactivación de la actividad geomorfológica, un incremento de los procesos de erosión, un aumento muy considerable de las tasas de erosión y un escaso desarrollo de la cubierta vegetal implantada".
Para Romero y Belmonte, no hay duda de que "los suelos de estas áreas hubieran estado mejor protegidos con la vegetación natural, aunque escasa, que con las actuaciones realizadas en ellos".
Las áreas analizadas en el estudio se encuentran en los términos municipales de Lorca, Alhama y Librilla.