Nota remitida por UDRM en Alhama de Murcia:
El pasado jueves asistimos, una vez más, a la puesta en escena de la nefasta gestión que este equipo de gobierno, en su fase romero, está haciendo de los intereses generales. Esta vez sí, aunque después de seis meses, nuestro alcalde, ya al final de su legado, empieza a entender que la principal obligación de un alcalde es facilitar la participación política de todos los grupos municipales, que no es más que el reflejo de la participación ciudadana en las instituciones. Fueron tratadas cuatro mociones, algunas de ellas del mes de febrero, y lo sorprendente es que no solo vienen con medio año de retraso, sino que sin necesidad de informes ni más requerimientos ahora son aprobadas por todos los grupos, lo que hace aún más inentendible el retraso en su debate, a no ser que lo único que se pretenda conseguir sea que no se escuche la voz de los grupos de la oposición, cosa que sin duda no ha conseguido.
Lamentable la percepción de nuestro equipo de gobierno sobre los temas que verdaderamente interesan a la ciudadanía. Una vez más el único punto a debate una modificación del convenio de Polaris, aquel denominado como “plato de lentejas” por el que ahora lo defiende a capa y espada, como portavoz de los intereses de los promotores, hasta el extremo de no aceptar aplicar ni siquiera el IPC de la construcción a un aplazamiento solicitado por la mercantil, que en lugar de entregar un edificio terminado, para que el ayuntamiento disponga de él, ahora aplazamos su entrega al año 2014, y encima se nos quiere vender la burra de que se nos hace un gran favor al pueblo de Alhama, y esto dicho por el portavoz otrora de Alhama no se Vende suena un poco disonante. Bochornosa enumeración de las grandes ventajas que supone para Alhama este aplazamiento, que se puede prorrogar años tras año, sin que se exija al menos aplicar el IPC, trato que ningún alhameño recibe en sus deudas con el consistorio municipal. Por lo demás la entrega de cuentas, que esperemos sean preludio de una rebaja fiscal en las ordenanzas, ahora que la recaudación municipal se demuestra que está muy por encima de los gastos debería reflexionar el concejal de que se están equivocando en algo, pues recaudar para nada, es diezmar los maltrechos bolsillos de nuestros vecinos.
Aprobadas por fin dos de las muchas mociones presentadas por UDeRM, la creación y puesta en marcha de una escuela de Teatro Municipal, que seguro deparará grandes ilusiones para nuestro municipio, aprovechando el filón abierto en las dos anteriores legislaturas, así como ampliar las subvenciones en materia de libros para aquellas familias que no has sido subvencionadas al 100% y cuya situación es precaria. Una recompensa a nuestra labor que esperamos que se vea continuada con el resto de mociones que tenemos presentadas en este ayuntamiento. Así mismo, y ante la moción presentada por los sindicatos agrarios conseguimos arrancar el compromiso del concejal de obras y servicios de sufragar los autobuses para la manifestación que tendrá lugar en Madrid a finales de noviembre, así como la rebaja fiscal en las próximas ordenanzas a aprobar por nuestro ayuntamiento y que vendrán a aliviar en la medida de lo posible la grave crisis por la que atraviesa el sector, aunque no se pudo concretar por la concejalía las medidas que se tomarían al respecto, sí quedó claro el compromiso de estudiar rebajas fiscales para nuestros agricultores.
Esperemos que este compromiso no corra la suerte que sufrió la decisión de nuestro alcalde en la comisión informativa de aplicar el IPC al aplazamiento a la mercantil por la entrega de la parcela, que tras la exigencia del ya visible primer alcalde, Pepe Espadas, quedó en un digo y no en un diego, se nota quien manda, y quien aspira a presidir procesiones y otros actos varios.
Como siempre en cada pleno, el olor de las esencias para el turno de ruego y preguntas, donde verdaderamente se pone en duda la solvencia política de este equipo de gobierno.
Poca credibilidad merece la concejal de festejos cuando a preguntas de nuestra concejal reconoce que dejó olvidada la canasta de rosas en honor a la virgen del Pilar, y responde que dicha canasta la podía haber llevado nuestra concejal, porque también estaba allí. Esta mujer no sabe donde tiene los pies ni la cabeza, seguro que si las hubiera pagado de su bolsillo, no del de todos, no se le hubiera olvidado en un rincón de la iglesia. No solventa la sensación de incompetencia el concejal de hacienda y empleo cuando reconoce que Alhama no ha conseguido ningún taller de empleo y ninguna escuela taller, después de ocho años consecutivos, y responde que en marzo se volverán a presentar, ¿es que acaso pensaba no hacerlo? ¿y mientras tanto qué? Pues nada. Para terminar nuestro ínclito alcalde, que no sólo expresa su malestar por volver a preguntarle las mismas preguntas (ave, empleo…) al no responder nunca a ninguna de ellas, sino que primero echa la culpa de su incompetencia a la Consejería de Política Social, cuando reconoce que no se invitó al Alcalde de Librilla a la inauguración del proyecto del vivero de empresas de mujeres, proyecto comarcal que el mismo aprobó en pleno y que corresponde a Librilla y a Alhama, y que en su inauguración no fueron llamados, todo un insulto al municipio vecino, que nuestro alcalde dice ser un olvido, pero disculpas ni una. Como no hay pastel sin guinda, la misma la pone el Alcalde en sus declaraciones posteriores al Pleno, donde al referirse a la pregunta hecha por nuestra compañera a cerca de si es verdad que el alcalde va a sufragar los gastos de una nueva escultura de San Lázaro para procesionaria por las calles de nuestro municipio, no solo no lo negó, si no que además demostró su desprecio cuando alguien le pregunta algo que le moleste o que, según su recto criterio, no le parece conveniente, cual censura de otros tiempos, actitud, que sin duda alguna, le hizo quedarse solo en la anterior legislatura, y que el tiempo dirá si no le ocurre lo mismo en la presente, pues camino lleva de ello. Desde nuestro grupo, y ahora que va a ser concejal le sugerimos una cura de humildad y menos prepotencia.