Con esta frase lapidaria, aludida por nuestro Sr. Alcalde en una de sus últimas intervenciones, podríamos resumir el periplo de dos años y medio de gobierno al frente del pacto PPSOE en el Ayuntamiento de Alhama de Murcia, y es que sus últimas actuaciones han dejado bien claro, incluso a sus máximos defensores, la falta de capacidad y organización de este alcalde y presidente que, quizás, nunca mereció el Partido Popular. Un presidente que llegó a mesa puesta, sin estar afiliado, y que desde entonces ha hecho de un gran partido un cortijo particular, como en el ayuntamiento, donde sólo es válida su opinión y donde nadie puede poner en discusión lo que su autoridad cuasidivina marca como designio de este barco sin rumbo en el que ha convertido al Partido Popular de Alhama de Murcia. La crisis institucional y personal que él y sólo él ha creado a días de entregar el poder a su máximo rival político, aquel que decía que era el alcalde más incompetente que había pasado por el Ayuntamiento, es prueba fehaciente de ello. Una vez más se repite la historia, donde sólo un personaje repite en el guión original y con el mismo papel, el del alcalde, pero esta vez el desenlace no ha esperado cuatro años, han bastado dos, e incluso podríamos decir que a pesar de la felicidad que siempre nos quiso vender, las hostilidades por su forma de ser y de entender su mandato se iniciaron a los meses de esta nueva legislatura.
Atónitos nos quedamos cuando le oímos decir a los medios locales que los trapos sucios se lavan en casa, ¿y quién si no él ha destapado la caja de Pandora, con sus intervenciones delante de los medios?, ¿cómo se puede salir diciendo que aquí quien manda soy yo, apelando a una responsabilidad que solo alberga su contrario, irresponsabilidad propia de quien desconoce que ser alcalde o presidente de un partido es algo más de ordenar o mandar?, ¿cómo se puede decir públicamente que la ejecutiva local ha avalado su decisión cuando ni siquiera la ha convocado al efecto?, ¿cómo se puede pedir reflexión a su concejal ahora destituido, y dos horas después estar delante de los medios diciendo que él es el que manda y que les quita las concejalías por argumentos tan falaces como que urbanismo no tiene trabajo o que simplemente le gusta mucho el patrimonio y la cultura? Que no vuelva a buscar culpables como antes hizo, ese cuento no tiene segundas partes, ni los de antes ni los de ahora, pues nos consta que ninguno de sus concejales actuales avaló tal decisión, son culpables de su irresponsabilidad, ni antes se le dejó solo ni ahora es la víctima de su incompetencia política. Los que tuvimos la desgracia de cruzarnos en su camino, ahora vemos con satisfacción como el tiempo deja a cada cual en su sitio, y demuestra que este Sr. no está preparado ni para presidir un partido ni para regir una alcaldía, y el mayor consuelo es que de aquí a unos días dejará de ser alcalde, sin duda una buena noticia para muchos alhameños.
Como siempre dirá que somos unos “resentidos”, pero una vez que sea concejal podrá conocer de propia mano que no somos los únicos, y que hay muchos vecinos y vecinas que podría decir lo mismo de su nefasta gestión al frente de la alcaldía y al frente del que fue un gran partido hasta su llegada, y no lo decimos nosotros sino voces, valientes sin duda, como la secretaria general del Partido Popular en Alhama de Murcia, ¡ahí es na! como se dice por estas tierras.
Y es que sus últimos actos al frente de la alcaldía municipal no tienen desperdicio, se va a la Feria de Turismo de Madrid cinco días, a costa de las arcas municipales, y que como el año pasado cobrará a parte de los casi cuatro mil euros mensuales que nos cuesta mes a mes, cinco días ¿para qué?,¿qué ha presentado Alhama en Fitur? Nada, algunos dicen que quizás buscaba apoyos a su nuevo proyecto diciendo que ahora, después de seis años sin hacer nada por su partido, quiere organizarlo, cuando ha demostrado que es incapaz, pero resulta que el Presidente, que dice que le avala, otra mentira más, prefirió Barcelona antes que ir a Madrid, cambio de planes. Eso sí, el ritmo ridículo de sus falsas inauguraciones sigue viento en popa. Hemos podido visitar la obra del centro de Policía Local y hemos constatado la indignación de los trabajadores, que doblan jornadas y están trabajando sábados e incluso domingos para que el Sr. Alcalde pueda poner su última placa, patético, y mientras tanto escuelas de atención a la infancia sin abrir, comedores de colegio a la espera de servicio...esta es la medida de un Sr. que mientras pasea por Madrid le importa un carajo lo que haga el resto con tal de conseguir su anhelo personal, y esta es la misma directriz que regula su actuación política.
Estamos hartos de su discurso de responsabilidad y de trabajar 25 horas al día, una y otra falsas, la principal responsabilidad de un presidente de un partido y de un alcalde es coordinar a su equipo y tirar de él, no hundirlo como hasta ahora ha hecho. Sin duda somos voces autorizadas para decir lo que decimos, pues soportamos cuatro años que no se los deseamos a nadie, nuestra esperanza es que el nuevo alcalde, al cual deseamos lo mejor en bien del pueblo, haga pronto olvidar los desaguisados de esta “anécdota” que ha supuesto Juan Romero al frente de la alcaldía municipal, y que no se vuelva a caer en la trampa de la lágrima fácil y el papel de víctima, que sin duda tan buenos resultados le dio, pues, sinceramente, pensamos en su día y seguimos haciéndolo, y el tiempo nos ha dado la razón, que el Partido Popular de nuestro municipio merece algo mejor.